LA CONFEDERACIÓN HIDROGRÁFICA DEL SEGURA INVESTIGA, A PETICIÓN DE ANSE,  LA POSIBLE  CONTAMINACIÓN DE LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS POR LAS FILTRACIONES  DEL VERTEDERO DE EL GORGUEL (CARTAGENA).
Los análisis de las aguas realizados por  la CHS son aún  provisionales, y requieren de información complementaria del órgano ambiental de  la Comunidad  Autónoma (la  Dirección General de Calidad Ambiental de  la  Consejería de Agricultura y Agua), en relación con la  información relativa a las medidas de control de la contaminación de las aguas  subterráneas previstas en el REAL DECRETO 1481/2001, de 27 de diciembre, por el  que se regula la eliminación de residuos mediante depósito en  vertedero.
ANSE ha realizado desde 1992 diferentes denuncias  por la mala javascript:void(0)gestión de las basuras de Cartagena y su comarca, como también hizo  el SEPRONA (Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil) que  desembocaron en un expediente sancionador abierto por la Dirección General  de Calidad Ambiental de la Comunidad Autónoma a la empresa que gestiona el  vertedero y la planta de basuras, Lhicarsa (formado por FCC y, en menor medida,  el Ayuntamiento de Cartagena). La sanción final fue de poco más de 18.000 €,  habiendo sido recurrida por la empresa mediante recurso  contencioso-administrativo.
Las cifras son elocuentes del disparatado vertido  de residuos al denominado “vertedero de Mina Regente”. Aunque la Declaración de Impacto  Ambiental autorizaba el vertido de 875.000 m3 de rechazos (fracción de la basura  domiciliaria que no puede aprovecharse, después de separar vidrio, papel,  envases, materia orgánica y otros materiales), la misma empresa Lhicarsa  reconocía en el trámite de Evaluación de Impacto Ambiental del nuevo vertedero  que el volumen acumulado a final de 2006, tan solo cuatro años después de su  puesta en marcha, era de 900.000 m3. Para septiembre de 2007 se calculaba  que los residuos llegarían ya a 1.200.000 m3, habiendo continuado el mismo hasta  nuestros días.
Ante esta situación, es fácil comprender que los  cientos de miles de Tm de restos orgánicos vertidos indebidamente tanto al viejo  vertedero de El Gorguel como al de Mina Regente, mezclados con multitud de  residuos contaminados procedentes de hogares y polígonos industriales, están  generando como consecuencia de su descomposición grandes cantidades de aguas  residuales (lixiviados), que superan con mucho las previsiones más pesimistas, y  que podrían estar contaminando las aguas subterráneas.
Para colmo, varios años después de  finalizadas las obras de sellado del viejo vertedero de El Gorguel, que fueron  cofinanciadas, al igual que la nueva planta de basuras y el vertedero de Mina  Regente con Fondos de la  Unión Europea, aún no se ha llevado a cabo la  revegetación, a pesar de encontrarse en el límite con el espacio protegido (ZEPA  y LIC) Sierra de La  Fausilla.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario