ANSE denuncia la instalación de una planta de proceso de materiales sobre el saladar conocido como la Boquera de Tabala (Zeneta, Murcia). Este enclave se encuentra protegido por el Plan General de Murcia como “Área de Sensibilidad Ecológica”. La planta ha sido instalada por las empresas PLODER Y CHM para la construcción de la autovía Santomera-San Javier promovida por la Consejería de Obras Públicas y Ordenación del Territorio.
Técnicos de ANSE han constatado que la planta de tratamiento de materiales (de unas 5 ha) y un acopio de tierras (de unas 3 ha) han enterrado un tercio del saladar protegido conocido como Boquera de Tabala (Zeneta, Murcia), afectando a las zonas con mejor estado de conservación. Las obras ejecutadas por la UTE ZENETA (PLODER y CHM) se han realizado durante la construcción de la autovía Santomera-San Javier, proyecto promovido por la Consejería de Obras Públicas y Ordenación del Territorio.
La Boquera de Tabala es un criptohumedal (un tipo de humedal característico del Sureste ibérico dónde el agua se encuentra muy cerca de la superficie del suelo) que estaba considerado como la zona húmeda más importante del término municipal de Murcia1. Por esta razón, el PGMO de Murcia le otorgó protección urbanística al clasificarlo como “Área de Sensibilidad Ecológica de la Boquera de Tabala y Cabezo Negro”. El propio plan lo cataloga como los “suelos de mayor valor o potencial ambiental, para ser dedicados a usos de conservación y disfrute de la naturaleza”. La planta y acopios de material han supuesto la destrucción de varios hábitats de interés comunitario (legislación de la Unión Europea), así como de diversas especies de flora protegida. En definitiva, la Boquera de Tabala constituía una de las zonas más valiosas desde el punto de vista natural del término municipal de Murcia, tal y como han expresado los responsables políticos del Ayuntamiento ante los medios de comunicación2.
ANSE considera que tanto el Ayuntamiento de Murcia como la Dirección General de Carreteras deberían haber actuado diligentemente para evitar la alteración (probablemente irreversible) del saladar de la Boquera de Tabala. Por esta razón, la Asociación ha remitido denuncias a la Comunidad Autónoma (DG de Carreteras, DG de Patrimonio Natural y Biodiversidad, Dirección General de Planificación, Evaluación y Control Ambiental), al Ayuntamiento de Murcia (Concejalía de Medio Ambiente y Concejalía de Urbanismo), al SEPRONA y a la Confederación Hidrográfica del Segura pidiendo que se depuren responsabilidades.
La Asociación de Naturalistas del Sureste viene alertando, desde el inicio de la tramitación del proyecto, del impacto ambiental que tendrían estas obras. Así, en el mes de septiembre, se remitió una carta al Consejero José Ballesta transmitiendo la preocupación de la Asociación por los efectos ambientales que estaba teniendo la construcción de la autovía Santomera-San Javier. Recientemente, se había solicitado a la Dirección General de Carreteras diversa información relativa a cuestiones ambientales del proyecto.
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